dijous, 11 de maig del 2023

1r Ciclo de la Eso

Introducción

 El valor de la sencillez es central en la familia vicenciana. San Vicente la tenía en tal aprecio que la llamaba “Su evangelio”.

Para Vicente de Paúl la sencillez tiene su raíz en Cristo que es, utilizando el lenguaje de su época, “Adorador del Padre” porque no busca otra cosa que hacer posible el Reino de Dios, es decir, la justicia, el amor, la verdad… 

Desde esta visión vicenciana hablar hoy de la sencillez supone hablar de la búsqueda y defensa de la verdad, la coherencia, la confianza en las personas, la austeridad siendo capaces de agradecer y valorar las cosas pequeñas, la honestidad y transparencia, la capacidad de trabajar en equipo desde la participación, una participación activa y corresponsable lo que supone crear cauces efectivos para que así sea.  

Estos valores y actitudes deben colorear toda la vida de nuestros Centros Educativos:

haciendo posible que toda la Comunidad Educativa crezca en aceptación personal (nunca será posible mostrar quien soy si no me conozco y no me acepto, como tampoco será posible valorar a los demás y reconocer todo lo que nos une como seres humanos) agradeciendo todo lo que se me ha dado y poniéndolo al servicio de los demás: “Saber más para servir mejor”. 

potenciando la participación en todos los ámbitos de la vida de nuestros Centros.  La sencillez hace posible la colaboración mutua. Es urgente educar y educarnos desde la cooperación, desde el reconocimiento de lo que los demás me aportan. El trabajo cooperativo y la sinodalidad no es una moda para los Centros Educativos Vicencianos, sino que está en nuestro ADN.

desarrollando la cultura del cuidado (que nuestro mundo sea lo que Dios soñó para él) con gestos sencillos que hablan de amor, de acogida, de ternura, de cercanía para posibilitar un ambiente entrañable, cálido… En nuestros Centros, si se vive la sencillez vicenciana, siempre nos encontramos “en casa”, especialmente cuando vivimos situaciones de vulnerabilidad. 

En un mundo como en el que vivimos donde la apariencia prima sobre la autenticidad, donde viviendo tan centrados en nosotros mismos somos incapaces de descubrir nuestra realidad y la de los demás y por tanto de trabajar con otros, el valor de la sencillez es contracultural, auténticamente revolucionario. 

Como Centros Educativos Vicencianos estamos llamados a mirar y mirarnos desde la sencillez para cambiar el mundo. 


OBJETIVO GENERAL

Educar en la sencillez, desarrollando actitudes y comportamientos de aceptación personal, confianza, verdad, transparencia, autenticidad, igualdad y participación, para responder a los desafíos de la sociedad con una mirada evangélica.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

1- Educar en el autoconocimiento y la aceptación de uno mismo y de los demás, desde el respeto y el agradecimiento para crecer en sencillez. 

2- Favorecer espacios, momentos y experiencias de participación activa en todos los ámbitos de la acción educativa, que nos ayuden a crecer en corresponsabilidad y fomenten relaciones sencillas y auténticas. 

3- Impulsar sencillos gestos evangélicos que hagan visible nuestra opción cristiana por la austeridad y la cultura del cuidado al estilo de Vicente de Paúl y de Luisa de Marillac.